¡Qué alegría poder comenzar la mañana juntos unidos en la oración, compartiendo y dándonos ánimos. ¡Gracias Jesús!
Antes de comenzar vamos a ponernos en una postura cómoda, que no nos distraiga e inspiramos tres veces por la nariz y soltamos el aire por la boca. Ahora ya tienes tu corazón y tu cuerpo mucho más tranquilo. Sabemos que estamos delante de la persona que más nos quiere y nos conoce mejor que nadie.
Seguro que cuando tu familia te dijo que podrías salir un rato a la calle, alzaste las manos, sonreíste y aquel momento fue especial para tu corazón, ¿verdad? Hoy, os pregunto ¿y si celebrásemos cada noticia con una felicidad sentida, alzando las manos? ¿Podría cambiar nuestra manera de sentir?
Hoy os presentamos a un coro de niños en Uganda que alzan las manos, sonríen, bailan con música original africana y mucho ritmo para dar gracias a Dios. Sus vidas son diferentes porque son huérfanos pero sienten que Jesús les cuida y siempre están protegidos. Vamos a bailar juntos y “alzar las manos”, invita a tu familia.
Seguro que has sentido una emoción diferente, píntala en el cuaderno mágico o coloréala para tu rincón de Jesús. ¿Sabías que los cristianos en la Eucaristía alzamos nuestras manos cuando rezamos el Padrenuestro? Hoy vamos a rezarlo desde nuestra casa de un modo diferente, unidos, todos juntos con los niños de Uganda.