#JESÚS TE DA SU LUZ PARA…
Lunes 01-06-2020
Buenos días Jesús y María,
¡Qué alegría! Comenzamos el mes de junio llenos de alegría por el regalo que María nos regaló el pasado viernes, nuestro encuentro y oración todos unidos. Fue emocionante, démosle gracias a María y a Jesús.
¿Sabes que ayer celebramos Pentecostés? Sí, es la fiesta que se celebra cincuenta días después de la Pascua. Jesús transformó la vida de los discípulos porque ellos sentían miedo tras la muerte de Jesús y, aunque lo habían visto resucitado, les faltaba la fuerza y la valentía para predicar el Evangelio. Cuando vino el Espíritu Santo, todos los apóstoles estaban reunidos con María. Ella fue su fuerza y alegría en los momentos difíciles. Con ella rezaban, esperaban a Jesús y aprendían a amar. Por eso, hoy también celebramos una fiesta de la Virgen: Nuestra Señora del Rocío.
Antes de comenzar, nos preparamos para vivir el día de hoy de una manera especial. Ponte cómodo/a, apoya la espalda en el respaldo de la silla para que estés a gusto y cierra tus ojos. Coloca las manos sobre tu vientre y fíjate en tu respiración. Cuenta uno al coger el aire, dos al expulsarlo, tres al coger aire y cuatro al soltar el aire. ¿Cómo te encuentras?
Comienza el día agradeciendo al Espíritu Santo todo lo que nos da. Pasa por el corazón cada una de las palabras que nos dice la canción.
¿Qué has sentido escuchando la canción? Quizás asombro porque la canción nos dice que lo que nos da el Espíritu Santo es mucho más de lo que pedimos. ¿Qué le pides hoy al Espíritu Santo? ¿Qué es lo que necesitas? Estar siempre agradecidos o agradecidas nos hace ser más felices y más humanos. ¿Eres tú agradecido o agradecida? Demos gracias por la amistad, por la compañía que nos da Jesús, María y el Espíritu Santo.
A esta invitación puedes responder pintando una paloma y escribiendo en ella tus peticiones o agradecimiento al Espíritu Santo. Guárdalo en tu cuaderno mágico o rincón de Jesús y recuerda que todo lo que vas guardando te ayuda a ser actor y protagonista de tu vida.
Despídete, “sintiendo que Jesús te da su luz para que brilles en las pequeñas cosas de la vida cotidiana”
