El sueño es una función evolutiva que requiere de la maduración del sistema nervioso. Es imprescindible para un adecuado crecimiento físico y desarrollo neurológico y emocional del niño.
Dormir bien es un hábito que se aprende de los padres. Para poder enseñar, es importante estar tranquilos y así transmitirles seguridad a los hijos.
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